lunes, 9 de febrero de 2015
Dr. Tomás Martín sobre la salud en los músicos
Me preocupa las lesiones que los músicos al pasar los años sufrimos. En realidad a mí ya no me preocupa, porque a mi años NO creo que no voy a sufrir ya ninguna lesión.Es por que a falta de una desinformación total y abosuluta en los años que yo estudiaba el clarinete, y los muchos años más que he sido profesional, he padecido alguna dolencia, que desconocía su prervención. En más de una ocasión me dolia el brazo derecho muchisimo, y nunca se me ocurrió pensar que era por mantener el clarinete tantas horas, algunas veces sin mediar un descanso a su debido tiempo. Pues bien ahora existe muchisima información y no sólo información sino que en muchas clínicas y hospitales privados se tratan las enfermedades profesionales de los músicos.Enfermedades que son muchas, y en algún caso irreversibles.Encontré un blog muy interesante que habla de un doctor osteópata, que además es músico. El Dr. Tomás Martín del cual os dejo su CV. y una entrevista que figura en el blog.El blog es muy interesante y naturalmente os dejo la url, por si os apetece visitarlo, y para citar la fuente de la cual he copiado la entrevista.Ese ha sido todo mi "mérito"..
http://www.entre88teclas.es/entrevista-tomas-martin-salud-lesiones-musicos ______________________________________
CURRICULUM.-
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Tomás Martín López
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El Profesor Martín es uno de los pocos Osteópatas
Europeos especializados en la prevención y
tratamiento de las lesiones musculoesqueléticas
relacionadas con la práctica instrumental.
El Dr. Martín, asesor-revisor de la Journal of Sport and Health
Research, investiga en el campo de las lesiones producidas por
movimientos repetitivos en los tejidos blandos en músicos, ejerciendo
como terapeuta especializado en el tratamiento de este tipo de
patologías, ayudando al músico en su proceso de recuperación y
concienciación, es miembro del P.A.M.A. (Performing Arts Medicine
Association).
En la actualidad es Ayuda de Solista de Timbal en la Orquesta
Sinfónica de Castilla y León, Catedrático de Percusión y Profesor de
Ergonomía y Prevención de Lesiones Musculoesqueléticas en el
Conservatorio Superior de Música de Salamanca.
Imparte cursos y seminarios regularmente sobre la prevención y el
tratamiento de lesiones musculoesqueléticas colaborando con los
centros de formación del profesorado, conservatorios, universidades y
orquestas sinfónicas de España y Colombia. En el verano de 2009 fue
el director del curso sobre Prevención de Lesiones en músicos
organizado por La Fundación Unversidades de Castilla y León.
Músico formado en Madrid y Amsterdam, premio extraordinario fin de
carrera en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid de
1993. Está en posesión de los títulos de Profesor Superior de
Percusión, Doctor por la Universidad de Valladolid, Diplomado en
Osteopatía Articular y Masaje Terapéutico
ENTREVISTA
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Un alto porcentaje de músicos sufre alguna lesión a lo largo de su vida profesional. Una buena formación y unos hábitos adecuados podrían ayudar a evitar las lesiones relacionadas con la praxis musical. Tomás Martín es profesor superior de percusión, percusionista de la Orquesta de Castilla y León, osteópata especializado en el tratamiento de las lesiones en los músicos y Doctor por la Universidad de Valladolid, y ha tenido la amabilidad de hablar con nosotros acerca de estos temas.
¿Cómo llegaste a ejercer la doble faceta de músico y terapeuta?
Yo era un músico normal, estudie mi carrera de percusión, y cuando tenía dieciocho años me lesioné el antebrazo y la mano izquierda y tuve que dejar de tocar durante un año. Tras muchas vueltas (fui a traumatólogos, me hice todas las pruebas diagnósticas que estaban en la época, incluyendo dos escayolas, hice meses de rehabilitación, y hasta me infiltraron en los tendones) me encontraba en el mismo punto, sin tocar absolutamente nada. Ya a punto de dejar la profesión, encontré un osteópata y en unas 3 semanas me recuperé para tocar con normalidad. Por eso me decidí, después de padecer esta lesión, a tratar a otros músicos, ya que no parecía tener mucho sentido que después de tanto calvario la solución resultara ser tan obvia para otras disciplinas, y sin embargo para la traumatología llevara tanto tiempo
¿Por qué los músicos somos tan propensos, en general, a tener dolores y lesiones de diferentes tipos?
Pues por la falta de educación. Nos educan en muchas materias, pero ninguna asignatura se utiliza para intentar solucionar los problemas que al final "acaban teniendo todos los músicos", que son siempre muchos, y que ocurren por realizar siempre los mismos gestos sin prepararse para realizarlos Ese es el problema, si lo comparamos con los deportistas, todos los días de entrenamiento empiezan con un calentamiento. En el caso de los músicos, el profesor que se preocupa, enseñará a los alumnos a evitar lesiones y el que no haya tenido esa formación posiblemente acabará teniéndolas.
¿Con eso quieres decir que con una buena prevención se podrían evitar las lesiones?
Claro, si tú incorporas estas disciplinas y estos conocimientos a los alumnos, éstos se hacen mucho más resistentes a las patologías, y sobre todo los estudiantes crean unos hábitos regulares de estudio, en los cuales entre el calentamiento, los descansos y el enfoque inteligente del estudio se puede evitar que finalmente se lesionen.
¿Entonces no hay relación entre la técnica y las lesiones?
No, no. Hay mucha gente que piensa que los músicos se lesionan porque tocan mal, pero eso es incorrecto, no es que toquen mal, es que sobrepasan su límite fisiológico, o también que no toman una serie de pautas para evitar lesiones. Si eso fuera verdad sólo se lesionarían los músicos que tienen mala técnica, y eso no es verdad, se lesionan tanto aquellos que tienen una mala técnica como los que la tienen buena. Con mala técnica tendrás más riesgo pero con buena técnica también lo hay aunque sea menor.
Has hablado de la importancia de la prevención. ¿Qué rutinas referentes a ésta deberíamos incluir en nuestras actividad cotidiana?
Calentamiento previo siempre a la sesiones de estudio y descanso. Los descansos tienen que ser cronometrados, 40/50 minutos de música y 10 de parar automáticamente, sin irse al ordenador, ni a la consola, ni hacer absolutamente nada con las manos. Si te apetece puedes estirar, beber un vaso de agua e hidratarte o simplemente descansar.
Un estudiante de grado superior o un profesional necesita dedicarle muchas horas al instrumento. ¿Cuál es el máximo de horas diarias que recomiendas para tocar?
Depende de la persona pero normalmente entre seis y siete horas como mucho.
¿Sobrepasar ese tiempo puede acarrearnos problemas?
Claro, además es que si piensas en la cantidad de horas, a lo mejor es que el estudio no se está realizando de manera inteligente. Al igual que en un deporte programas tu entrenamiento, también podrías programar tu estudio en función de lo que quieres conseguir, cuantos días tienes hasta la siguiente clase, o el siguiente concierto. Yo creo que tampoco nos han enseñado cómo estudiar, eso es un problema que también es fundamental. Repetir por repetir no sirve para nada, si repites los pasajes siempre igual a la misma velocidad siempre fallarás en lo mismo.
Dedicarle tantas horas al instrumento y el agotamiento que ello conlleva suele dejar poco tiempo para otras actividades, entre ellas el deporte. ¿La forma física en general influye?
Si claro, si los músculos y tendones son más fuertes, son más resistentes a las lesiones, por eso hacer alguna actividad física aparte del instrumento es importantísimo. La alimentación también es fundamental.
¿Y qué tipo de actividad física es más recomendable?
Pues correr, nadar... yo siempre recomiendo a mis pacientes que vayan al gimnasio al menos una vez a la semana a fortalecer la musculatura.
¿Hay algún deporte que no sea recomendable?
El tenis para pianistas e instrumentistas de cuerda, ya que haces que los músculos flexores y extensores, que trabajan continuamente, trabajen más aún. También los deportes de mano como el baloncesto pero por el riesgo de lesión que conllevan en las extremidades superiores más que por el deporte en sí.
Todo lo relacionado con mantener una buena postura ante el instrumento también es fundamental. En este sentido, ¿yoga, técnica Alexander y otras disciplinas relacionadas son recomendables?
Si, claro, y taichí o Feldenkrais también, todas esas técnicas que trabajan el equilibrio entre mente y cuerpo son muy recomendables, lo único es que ese tipo de disciplinas no curan si uno tiene una patología. Estas técnicas son muy saludables para tomar conciencia de nuestro cuerpo, de que tensiones tienes y de cómo eliminarlas, pero una vez que uno ya está curado de la enfermedad o lesión que pudiera tener.
Centrándonos en los pianistas, ¿cuales son los problemas más comunes?
Pues lesiones en las manos, tendinitis, codo de tenista y codo de golfista, tendinitis del bíceps y sobre todo problemas de contracturas a nivel cervicodorsal, dolores de espalda (dorsalgias y lumbalgias). Hay especialistas que dicen que unos instrumentistas generan unas patologías y otros otras, pero en realidad casi siempre son las mismas porque se utilizan siempre las extremidades superiores para tocar, así que la gran mayoría están relacionadas con el sobreuso de las extremidades superiores.
¿Y para este tipo de lesiones cual es el tratamiento más adecuado?
Una mezcla entre osteopatía, masaje tradicional, masaje cyriax, la técnica de los puntos gatillo y utilización de frio. Esas cinco disciplinas juntas solucionan muy bien los problemas de tejido blando, como tendinitis o epicondilitis. Estas técnicas son con las que yo trabajo y los resultados son muy buenos.
Cuando uno tiene un problema y acude al médico le suelen mandar reposo y antiinflamatorios. ¿Es eficaz este tratamiento?
No, el reposo no cura ninguna lesión. Si ha sido una lesión leve, producida por un momento puntual, el descanso sí que cura (siempre que descanses un par de días), pero si se trata de una lesión más severa no te va a hacer absolutamente nada.
Hay una creencia muy extendida entre los instrumentistas y es que hay cosas que duelen, seguro que muchos de nosotros hemos escuchado cosas como “para que esto salga tiene que doler”, ¿es eso cierto?
Eso es un error gravísimo. Si duele significa que te estás lesionando y tu cuerpo te va avisando. Y si lo sigues haciendo, vas a acabar lesionado. Esa creencia de que esa extensión o ese ejercicio deben crear dolor no tiene ningún sentido. Si hay ejercicios que son más complicados hay que trabajarlos más lento, más relajados, para que no produzcan dolor.
Entonces, ¿cuáles son los síntomas realmente preocupantes para decir tengo que ir al médico o dejar de tocar, porque esto ya no es una cosa puntual como comentaste antes?
Si es algo puntual normalmente paras, descansas esa tarde o un día y al día siguiente al realizar tu actividad deja de doler. Si dura más días significa que la lesión es más grave y si se mantiene en el tiempo, significa que el cuerpo no ha podido solucionarlo, entonces se empieza a cronificar. Cuando la lesión es permanente y siempre que tocas te molesta o ya incluso haciendo actividades de la vida diaria molesta también, significa que es una lesión seria y tienes que parar e intentar solucionarlo.
¿Lo óptimo que sería, parar de tocar?
Para de tocar, a no ser que sea algo muy, muy grave y que el dolor te impida tocar, no lo recomiendo nunca; se debería tocar un poquito para que no perder masa muscular y no perder agilidad.
Y en el caso de que el músico note molestias pero tenga compromisos profesionales (conciertos, exámenes de cualquier tipo o sea pianista acompañante) y no pueda dejarlo, entonces ¿qué debería hacer?
Si te ocurre eso tienes que buscar un terapeuta que te trate a la vez, en ese momento. Si no, lo que vas a hacer es acabar destrozado.
¿O sea, que se puede compaginar lo que es la práctica con el tratamiento?
Si, yo he tratado a gente de alto nivel que tienen un calendario que no pueden cancelar, y se han curado. Depende también de tu edad, de tu técnica, como estés físicamente, si estás más saludable o menos. Si la lesión es muy grave tienes que parar totalmente, pero si la lesión no es demasiado grave se puede compaginar las dos cosas, y cambiando sobre todo la mentalidad del músico, que ha venido lesionado y cuando vuelve a su actividad tiene que cambiar unos parámetros, no puede hacer lo mismo que hacía antes, tiene que calentar, descansar, fortalecer un poco la musculatura, y esa es la piedra angular de toda esta historia, hay que intentar concienciar y que realmente cambie el concepto de músico y verse casi como un deportista.
¿Hay algún momento en el que la curación ya no sea posible, alguna frontera en la que la lesión sea ya irreversible?
Yo no me he encontrado con nadie, pero supongo que si te han infiltrado, se ha degenerado el tendón y el tendón se ha calcificado (lo que significa que la hidrocortisona se ha quedado dentro del tendón), entonces ahí el único remedio es la cirugía, y ésta a veces puede empeorar aún más las cosas en vez de solucionarlas, pero en cuanto a lesiones músculo-esqueléticas que es lo que yo trato, no me he encontrado a ningún músico que haya tenido que dejarlo, a no ser que sea distónico, que es otra enfermedad totalmente distinta, un desorden del patrón de movimiento de origen neurológico que yo no trato.
En España este tema como vemos está muy descuidado, apenas aparece en los planes de estudios de los conservatorios superiores, ¿por qué es eso?
La medicina de la música es una disciplina que empieza en 1981, hace treinta años, por lo que es bastante novedosa. Los músicos no han interesado demasiado a la medicina porque es un colectivo muy pequeño. Poco a poco habría que ir concienciando a los directores y sobre todo a los políticos de que los músicos son un campo en el cual el índice de lesiones es muy alto y si se previene desde los grados medios y grados superiores sería excelente para que pudieran realizar su carrera completamente. Pero el problema es que si los directores y los profesores no demandan esta asignatura, los planes de estudio se hacen siempre orientados a los aspectos teórico-prácticos de música, pero no de otras cuestiones, lo cual es un error lamentable.
El hecho de que exista una asignatura en los conservatorios superiores ya es un avance, pero ¿sería bueno empezar desde grados inferiores, incluso desde grado elemental?
Grado elemental creo que no. En mi opinión el curso óptimo para empezar sería entre quinto y sexto de grado profesional. En el grado elemental los alumnos casi no tienen tiempo de estudiar, ahí se produce un filtro, y el otro filtro grande se produce entre quinto y sexto de grado profesional, ya que son alumnos que tienen que estudiar mínimo unas cuatro o cinco horas a la semana o más, y entonces los alumnos que no estudian esa cantidad lo suelen dejar. En el quinto sería un buen año porque ya toman conciencia de quien quiere ser músico profesional y quien quiere acabar el grado medio con una técnica y unos conocimientos más o menos aceptables. Aquí en el conservatorio de Valladolid se intentó incluir la asignatura en el Grado profesional, pero la Junta de Castilla y León dijo que no porque había que contratar a otro profesor. Yo sé que se ha intentado en más conservatorios pero la administración suele decir que no. La solución sería que un profesor del centro la impartiera, pero claro, hay que formarse para estas materias.
¿En otros países es igual?
No, en otros países, por ejemplo en Estados Unidos o Inglaterra, las universidades de música tienen un departamento que colabora con las universidades de medicina, así que hay cursos permanentes donde los alumnos si se lesionan tienen orientación y formación. En España estamos siempre un poquito atrás pero estamos trabajando para que eso deje de ocurrir.
¡Gracias a gente como tú!
Bueno, yo entré en esto por lo que me ocurrió, casi tengo que estar agradecido, pero yo conseguí curarme. Lo malo es la gente que no lo consigue y tiene que dejar su carrera, o que se tira muchos años lesionada, y eso es lo lamentable. Lo importante es que los profesores tomen conciencia de que los alumnos tienen que hacer ejercicio físico, calentar antes, y que adquieran unos hábitos posturales que van a ser luego cruciales, porque manos sólo tenemos dos y antebrazos igual y no podemos cambiarlos. Que sea algo constante, y de verdad que si se hace se consiguen resultados muy buenos.
¿Nos puedes recomendar alguna bibliografía para aquella gente que esté interesada en este tema?
En español está muy bien el libro de Esther Sardá Rico “En forma: ejercicios para músicos”. Hay otro libro que también está muy bien para pianistas que se llama “Aspectos posicionales y enfermedades profesionales de los pianistas”, de Marina Ferreira, pero es más complicado de conseguir ya que está editado en Chile. Yo, si tengo tiempo dentro de un año más o menos intentaré publicar un libro, si alguien me lo quiere publicar claro, porque cuando diga que los tratamientos convencionales no funcionan, no dan una solución real… pero intentaré hacerlo de todas formas, ya os contaré.
Web del Dr. Martín: www.musicosylesiones.com
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