Richard Muhlfed, no fue un clarinetista que escribiera célebres métodos para clarinete, como por ejemplo, Cyrille Rosé, H, Klosé, Ernesto Cavallini, Carl Bärmann, y Robert Stark, etc. Tampoco ocupó la cátedra de ningún conservatorio, pero gracias a Richard Mühlfed, se escribieron quizá las más bellas obras de cámara para clarinete y cuerda de la historia de la música.
Richard Mühlfeld nació en Salzungen, Alemania, el 28 de febrero de 1856, el cuarto hijo de un músico de la ciudad, Leonard M. Mühlfeld. Estudió con Büchner en Meiningen, donde vivió después de 1873. Se unió a la Orquesta de Meiningen Corte como violinista en 1873, pero se convirtió en primer clarinetista en 1876. La Orquesta de Meiningen no brilló como una estrella entre las orquestas alemanas hasta después de 1880, cuando von Bülow y Steinbach se convirtieron en sus directores.
Mühlfed, tocaba con un clarinete Sistema Bärman Este fue un modelo elaborado a partir del clarinete Müller-Heckel de 1845 y fue ideado por Carl Bärman junto con Georg Ottensnteiner. Fue por este modelo para el que escribió Cärl Bärman su famoso Método entre 1864 y 1873. El clarinete sistema Bärman parece que fue desarrollado principalmente por Carl Bärman y Richard Mühlfed.
Durante los años 1876 y 1879 Richard cumplió con el servicio militar, tocando el clarinete en la banda del Regimiento 32. Esporádicamente lo llamaban a tocar en otras orquestas, y sucedió así que tomó parte del Festival de Bayreuth en 1876, donde conoció a Richard Wagner, un revulsivo intelectual que catapultó su carrera como intérprete
A mediados de 1891 vino una chispa divina de la mano y el talento de Richard Mühlfeld y su mágico clarinete.
Antes de ese momento el melancólico sonido del clarinete había obtenido poca o nula atención del Barbudo, Brahms quien mantenía un idilio especial con el piano, y a nivel orquestal con el corno francés.
¿Qué provocó “el muso” Mühlfeld en Brahms? No sabemos... pero de algo sí estamos seguros y es que este dinámico clarinetista inspiró al gran compositor de Hamburgo a heredarnos cuatro obras de enorme valor musical e histórico. A la divina chispa del clarinete de Mühlfeld le debemos el último grupo de genialidades de esas canosas barbas, una estela de varias obras que incluyen lo mejor (a mi humilde juicio) de su literatura para piano y la obra cumbre de su música de cámara, el Quinteto para Clarinete Opus 114: Trío en La menor para clarinete (o viola), chelo y piano
Opus 115: Quinteto en Si menor para clarinete y cuarteto de cuerda
No es Richard Muhfeld el primer clarinetista que inspira a un gran compositor a escribir grandes obras de cámara para clarinete, sino todo lo contrario, fueron muchos y destacados compositores los que se enamoraron del clarinete, de su sonido, su amplio registro, flexibilidad, etc, y escribieron para nuestro amado instrumento.
Mozart que escribió su Trío, K. 498 (para clarinete, viola y piano), su Quinteto, K. 581 y su maravilloso Concierto K. 622 para el clarinetista Anton Stadler (1753-1812); Ludwig Spohr (1784-1859) escribió cuatro Conciertos y varias obras para clarinete para su amigo Johann Hermstedt (1778-1846) ; y Carl Maria von Weber escribió su Concertino Op. 26, sus Variaciones Op. 33 (para clarinete y piano), el Quinteto, Op. 34 (para clarinete y cuerdas) y 2 Conciertos Op. 73 y 74 para el clarinetista Heinrich Baermann (1784-1847).
Por aquello de las casualidades, el Quinteto de Mozart mencionado anteriormente fue una de las obras que Mühlfeld interpretó para Brahms en el concierto privado donde se conocieron (y que encendió otra vez la chispa creadora del genio jubilado).
Tras este encuentro en 1891, Brahms salió del retiro para componer el Trío y el Quinteto. Luego, durante el verano de 1894 y ya en el ocaso de su vida, escribió las dos Sonatas op. 120, las cuales fueron estrenadas por ambos (Brahms y su muso) en enero de 1895 en Viena. Después de ese estreno las interpretaron juntos muchas veces; de hecho, Brahms cedió los derechos de publicación de ambas y los manuscritos originales a Mühlfeld.
Este dinámico clarinetista inspiró al gran Brahms, pero además a otros compositores contemporáneos, como Theodor Verhey (“Concierto para clarinete” op, 57.1901), Carl Reichecke ( Introducción y allegro apasionado”, op.256-1902,Gustav Jenner (“Sonata” op 5, 1900).
Richard Mühlfed falleció el 1 de junio de 1907 debido a una hemorragia cerebral.
Cómo el trio, el quinteto, y las dos sonatas de Brahms están publicadas, os dejo en la entrada anterior, la Sonata op.5 de Gustav Jeener, que fue uno de los compositores que se inspiraron en sonido de Richard Mülhfel, y escribieron para nuesto instrumento.
Feliz dia a tod@s
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