Nosotros los clarinetistas tenemos en nuestra naturaleza un extraño componente, entre obsesivo y entusiasta, que en mayor o menor grado siempre nos acompaña;¡¡¡El Túuu¡¡¡. Se relaciona con nuestra habitual parafernalia;,El "sonido oscuro" el "sonido brillante", el sonido "que se proyecta" el "que no se proyecta", la técnica, las boquillas, las cañas,el staccato, los matices, las horas de estudio diarias, las abrazaderas, el hacerse escuchar por los colegas; todo esto con sus mil y una variantes, a veces importantes (incluso imprescindibles) a veces absurdas.
¡¡¡El túuuu¡¡¡ queda acuñado para referirnos de forma abreviada a esta compleja forma de actuar, sentir y pensar.
Daniel Blech, clarinetista.
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